Escenas del Foro Social Mundial 2005, Porto Alegre

El FSM 2015 reunió a millares de organizaciones y movimientos sociales en la búsqueda de Otro Mundo Posible

Escenas del Foro Social Mundial 2005, Porto Alegre

El FSM 2015 reunió a millares de organizaciones y movimientos sociales en la búsqueda de Otro Mundo Posible

Escenas del Foro Social Mundial 2005, Porto Alegre

El FSM 2015 reunió a millares de organizaciones y movimientos sociales en la búsqueda de Otro Mundo Posible

Escenas del Foro Social Mundial 2005, Porto Alegre

El FSM 2015 reunió a millares de organizaciones y movimientos sociales en la búsqueda de Otro Mundo Posible

Escenas del Foro Social Mundial 2005, Porto Alegre

El FSM 2015 reunió a millares de organizaciones y movimientos sociales en la búsqueda de Otro Mundo Posible

¿Qué es el Foro Social Mundial?

De acuerdo a su declaración de principios, el Foro Social Mundial (FSM) nace como un espacio de debate democrático de ideas, intercambio de experiencias y articulación de todas aquellas organizaciones y personas que se oponen al dominio del mundo por el capital y que buscan la construcción de una sociedad que tiene el ser humano como centro. El Foro Social Mundial es un espacio plural y diversificado, no confesional, no gubernamental y no partidario, que articula de manera descentralizada y en red a entidades y movimientos que estén involucrados en acciones concretas por la construcción de un mundo diferente, local o internacional. El FSM no pretende ser una instancia de representación de la sociedad civil mundial.
A partir de la proclamación que "otro mundo es posible", el Foro se convierte en un proceso permanente de búsqueda y construcción de alternativas, no limitándose exclusivamente a los eventos que le den apoyo. Así, durante estos años, el FSM se multiplica como proceso social y político mundial, en diversas manifestaciones locales y nacionales: de esto dan cuenta los Foros Sociales Regionales y Nacionales.
¿Qué es lo que aparece en el horizonte del FSM de Enero del 2005?
Lo que ocurra en Enero del 2005 en Porto Alegre, esta enmarcado en un contexto internacional donde se ha intensificado el uso de la fuerza y la violencia como medio político y militar para instaurar un orden mundial ultraliberal. Al mismo tiempo, se entroniza una metodología de control y represión que amenaza los procesos políticos regionales y nacionales. A esto se unen los efectos nocivos del sistema en la vida política de los países (corrupción, tráfico de influencias, ilegalidad). La democracia política institucional pasa por su peor momento dentro de su corta historia contemporánea.
En otro orden, nos enfrentamos a un deterioro de gran envergadura en las condiciones de calidad de vida y medioambiente para la mayor parte del planeta, creando desafíos importantes en la construcción de estrategias de cuidado y mantención de los recursos naturales para el ser humano. A su vez, la pobreza sigue siendo el talón de Aquiles del modelo económico internacional y el modelo neofilantrópico que se alza como alternativa actual, no logra convencer por su hipocresía y su desvalorización de los derechos de los sujetos.
Por otro lado, los caminos de denuncia del sistema y la proclamación de alternativas, se han multiplicado en los últimos años a través de modalidades de encuentro e intercambio regionales, nacionales y locales. Se va instaurando la idea de que los ciudadanos y ciudadanas de todas partes de nuestro mundo, tienen y pueden crear espacios propios de reflexión y acción. Se trata de un importante esfuerzo autogestionado, de generar condiciones de visibilidad y participación a las sociedades.
En este camino reconocemos a jóvenes y mujeres como sujetos protagonistas que agencian desde sus cotidianeidades y redes, la mayor parte de las actividades de encuentro e intercambio. Es una señal interesante que da fuerza a la idea de una sustentabilidad humana fundada en la reproducción de la vida cotidiana y los microespacios colectivos y creativos.
Para terminar, a nivel local, la sede simbólica de los procesos políticos participativos mundiales y lugar de origen del Foro Social Mundial, Porto Alegre, finaliza su experiencia de más de 15 años de gobernabilidad democrática, cuestionada por sus habitantes a través del voto popular. ¿Qué es lo que los ciudadanos y ciudadanas, critican, de esta propuesta democrática? ¿Cúales son las razones que echan por tierra, una etapa significativa para los planteamientos progresistas?
Es en este cuadro de importantes desafíos que, los principios del FSM, tienen que expresarse y plantearse como banderas inclaudicables de la construcción de un “otro mundo posible”, en Enero del 2005. Ya no esta en juego en este encuentro la constatación de una acción ciudadana crítica e incidente que funcione como soporte de las dinámicas alternativas. Los miles de encuentros y manifestaciones de la sociedad civil permiten evaluar que una gran parte de la humanidad quiere “otro mundo posible”. Tampoco esta en juego la presencia de una sensibilidad política abierta a la ciudadanización de la acción institucional. Este aspecto se ha ido reforzando progresivamente por parte de fuerzas políticas nacionales e internacionales que entienden que su acción depende de la fuerza de la sociedad civil. Empero, ha sido un proceso lento y no exento de manipulaciones y presiones. Pero los porfiados hechos dan la razón a las necesidades de nuestra historia social.
Lo que importa fundamentalmente en este encuentro, a nuestro juicio, es aceptar nuestra condición humana como una vida pluricultural, multifácetica, diversa, expresiva desde lo cotidiano que se construye desde el amor y la paz. Re-conocernos y aceptar-nos como humanos entre “humanos posibles”, permitiendo que nuestras autoexpresiones se proyecten en esferas de vida común, sin imponer-nos estructuras y sistemas de operación autoreferidas.
Somos millones de habitantes del mundo que nos consideramos personas, sujetos de derechos inalienables y que constituimos un gran red cognitiva. Hemos aprendido -y lo seguimos haciendo-, a tolerarnos, aceptarnos y querernos. Sabemos como hacer visible lo invisible. En este marco, nuestras acciones son consecuencia de nuestras experiencias de vida y desde allí, surcamos hacia los mares de los entendimientos sobre las profundidades de nuestra existencia. Estamos ante espacios individuales y colectivos de praxis corporalizadas que liberan las imaginaciones y los sueños y, desatan las fuerzas creativas en torno a la gran acción artesana de prefigurar y hacer realidad “otro mundo posible”.
El FSM del 2005 puede ser un tiempo privilegiado para replantear y revivir con ganas, nuestra humanidad.

¿Habrá otro mundo posible?

Enero del 2005. Millares de personas se despiden del último FSM realizado en Porto Alegre. Ciudad interesante y sugestiva que vive hoy por hoy, una proceso acelerado de transformación territorial, el cual puede afectar a futuro, su rostro acogedor.
Caminamos como nunca lo habíamos hecho. Todos quienes buscabamos nuevas señales del rumbo hacia ese otro mundo alternativo, nos convertimos en nómades durante una semana. A veces llegabamos a destino, otras, las más, nos perdíamos entre una muchedumbre ansiosa que se movía en un escenario marcado por una bullante economía popular.
El agua se vendía a raudales. Quizás la señal de un emergente nicho de turismo social y cultural en ciernes.Un sistema "autogestionado" a las orillas del río, lleno de carpas donde pudieran sudar al ritmo del calor abrasante, miles de creyentes que escuchaban a sus líderes carismáticos denunciar el horror y prometer un mañana mejor.
Una organización descentralizada que esperaba ensalzar la diversidad "alter-mundialista", a nuestro parecer, fragmentando aún más la realidad social. Si esperabamos pasar de la denuncia a la propuesta antiglobal, miles de redes y reuniones, dieron cuenta de que para eso falta mucho. Existe voluntad política y hay interés social en las personas, los grupos se orientan en torno a sus innovaciones que consideran alternativas pero, no hay un referente que exprese en acciones concretas esta inquietud.
Los lideres estaban preocupados de saldar cuentas entre ellos. Algunos sacaron sesudas declaraciones para afianzar la necesidad de ser coherentes entre "el decir y el hacer". Se dice que los principios fundacionales del Foro, no permiten formular referentes políticos y estamos de acuerdo pero, ¿no son los líderes políticos quiénes en nombre de la verdad de sus ideologías surgen como oradores privilegiados y, sus partidos los que intentan intervenir en la programación del Foro?
Desde los fragmentos y el ruidoso ambiente, pudimos observar algunas manifestaciones curiosas:
- Después de una gigantesca marcha inaugural por las calles de la ciudad, llena de colorido, música, baile, consignas y lemas, el Por de Sol (lugar donde el Foro consagra su discurso social) se convierte en un happening musical nocturno que se extiende durante los siguientes días, en el campamento juvenil, marcando un espacio de diversión, turismo juvenil, consumo y desorden.
- Veedores del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional participan en el Foro y declaran su satisfacción por la forma que este tiene y la participación que congrega.
- Rencillas entre tribus juveniles alertan un intento frustrado de ataque al Campamento con bombas molotov.
- Una cola interminable de participantes en un día Domingo muy caluroso, espera durante horas que abran las puertas del Gigantihno para ver/escuchar a Chavez. Es la manifestación más grande del Foro durante sus días de trabajo.
- Tiendas y oficinas que no funcionan, carpas vacias y ninguna explicación. Algo de frustración en los rostros pues hay que volver a caminar largo y lejos para llegar a otro destino.
- Alegría en el comercio de la ciudad. Los taxistas que coparon las calles aledañas al río están satisfechos. El comercio establecido saca cuentas alegres. El Foro a su vez a quedado con algunas deudas ( R$ 2,5 millones).
- 818 asaltos y robos se registraron en la policia de la prefectura. La sensación de inseguridad existió para algunos jóvenes y participantes. En el campamento juvenil esto fue más evidente.
- Un llamado desde las filas militantes del partido gobiernista en Brasil a convertir el Foro en un ejemplo de política mundial contra el hambre y la pobreza. Hay razones políticas y teológicas que lo fundamentan. El Presidente Lula irá a negociar esta propuesta en Davos, la otra cara de la globalización.
Más allá de las anécdotas que, pueden ser más ilustrativas que los discursos expuestos en las oficinas, el Foro nos dejo "perplejos". El Foro no sigue en Porto Alegre, no sigue en el Sur.
Los partidos políticos prefieren negociar con el neoliberalismo y nos plantean creer en una resurrección globalizada, ligth y restringida del tradicional estado de bienestar. Para adelante, cada movimiento debe negociar o pelear con otros movimientos la participación en foros regionales y locales, acotados representativamente. América con sus problemas y tragedias puede esperar. Sus líderes están pensando en el "macromundo", no en nosotros.
Por otra parte, se verifican muchas e interesantes experiencias microsociales que aún no son sistematizadas como parte de un pensamiento social distinto. La presencia de diversas y diferentes organizaciones sociales y redes marca una tonalidad de la acción social actual, casi cognitiva y afectiva. Algunas propuestas tendieron al encuentro e intercambio, al tejido de la red, a la suma de esfuerzos. Otras plantearon plataformas intermedias de trabajo conjunto Pero falta aún, mucho camino por recorrer.
La formación de un Foro sustentando en una élite de lideres intelectuales y políticos, tan propio al proyecto de modernidad tradicional juega en contra. La esperanza de los asistentes de que los actos carismáticos discursivos develen las alternativas, nos habla de la presencia (siguiendo a Paulo Freire) de una "conciencia mágica". Aún nos falta reconocernos en plenitud como sujetos de derechos y entre ellos, uno importante, que es el derecho que nos cabe a transformar desde nuestras vidas y nuestro conocimiento, el mundo.
Una metalectura de lo sucedido, nos indica que tenemos dos desafíos importantes que asumir para adelante:
1. Constituir una organización que aglutine lo diverso y oriente el paso de la propuesta a la acción. Esta forma puede surgir del Foro si hay voluntad. La declaración de ciertos ilustres oradores y dirigentes organizadores es un signo de esta necesidad.
2. Construir colectivamente un pensamiento social nuevo que surge desde las prácticas que dan vida a las redes y movimientos involucrados. Proceso que puede marcar un tiempo largo pero no por eso menos importante.
En resumen, el FSM 2005 se vivió como una tensión, una dialéctica entre las fuerzas que se proponen clausurar nuestros sueños, invitandonos a "hacer lo posible" a través del poder dominante y las fuerzas sociales que persisten en sus sueños, vivenciando y reflexionado sobre "un otro mundo posible". Mientras tanto, desde la tediosa y aburrida cotidianeidad, con mucha sobrevivencia y escaso tiempo para la reflexión, seguiremos caminando y construyendo desde nuestras vidas, ese "otro mundo posible".
Marzo 2005